viernes, 17 de septiembre de 2010

Sobre un hombre que quiso ser sombra y papel

ESCUCHECE CONJUNTAMENTE "LO QUE DICE LA LLUVIA" - SERU GIRAN

Por si no lo tienen a mano http://www.youtube.com/watch?v=K2_D9hT3Fic

 

A veces caminaba por la calle, a veces no. Nunca supo muy bien donde quedaban el fin de sus extremidades. Todo lo que hacía, lo hacía con un augurio de final… como si supiese…

Sus certezas duran lo que dura el plenilunio. Vive buscando nuevos soles, pero qué más da si su noche se hace eterna en sus pies que siguen ahí…

Un otoño descarado lo sorprendió en medio de abril, y rápidamente dejo atrás aquel solsticio de verano, cayó en un letargo. Y solo él sabe que nada de esto es real, pero a veces los sabores, a veces… pareciera que…

Solo apariencias, mira y no ve el infinito. Quiso mimetizarse con aquel frio que se colaba por debajo de las faldas de las mujeres que no ve caminar junto a él… quisiera perecer ahora, ser parte de la tierra que lastima sus pasos, pero en sí, él es perenne, su alma y lo que lleva dentro también.

Se verá recaer mil veces en el centro mismo de la vida, y sentirá (creerá sentir) los aromas más dulces que le recordaran con cierto ofuscamiento el seno de su primera madre.

Cuando descubra que su pelo comienza a sucumbir a la gravedad de la situación, vera dos estrellas fugaces que desviaran su atención y seguirá caminando sin volver a recordar el tema… espera llegar pronto a un lugar que no conoce…

En una de sus tantas noches caminadas, un vaticinio penetro en su mente subyugada [Estoy en algún lugar donde debo estar]

Las candilejas del teatro de la muerte lo encandilaron, dio un último paso dentro de la negrura… Comprendió que era un personaje muerto dentro de alguien esperando salir a la luz de la escena para intentar reconstruir, con su difuminada memoria, lo que había sido alguna vez su vida… [Kantor no podría haber estado más acertado] pensó para sí, casi sin darse cuenta. [Todos somos un poco como eso…]Que inútiles nuestros cuerpos yertos en esta irrealidad que caminamos incesantemente.

Finalmente siempre fui lo que viví buscando y mi vida acaba sin ser más que la sombra y el papel dentro de otra sombra más obscura…

martes, 7 de septiembre de 2010

Titulado Indefinido

Nunca había notado cuanto me entristece el olor del café… y verte ahí recostado sin decir nada. No había notado lo triste que es tu silencio, últimamente creo que todos callan… esa debe de ser nuestra verdad, el no decir nada, cuanto grito inútil, cuanta palabra vacia… Pero el café… que tristeza, la cucharita que se hunde y una triste cucharada de azúcar, que amargura.

Algunas mañana son tan aparentemente felices, pero de pronto uno puede descubrir dos agujas de tejer abandonadas, la música sola y empolvada en un rincón… y sin detenerse a pensar en la tristeza que encierran esos objetos traga el café y sale… va hacia la nada.
Pero tenes esa mania de seguir ahí de espaldas sin decir nada, porque no sabes que decir… ¿y acaso pensas en lo triste de tus palabras que van por dentro? Y te es tan dolorosamente fácil dormirte como un niño como si nada, guardándote todas esas palabras y dejándome esa tristeza que sobrevuela el aire y se cuela en el olor de mi café caliente…
Yo creo que nadie puede hablarme hoy, es como si todos fueran sordos a mi alma, por eso no pueden contestarle…
Sentiste que triste es prender otro cigarrillo sin otra cosa que hacer que darle vueltas a la cabeza… que inútil… matamos un cigarrillo atrás de otro sin darle la minima importancia… que hastio.
Que sordo es el silencio también, y de golpe dejo de oir y escucho las manitos del reloj en el pasillo que sigue corriendo… Y yo, y mi alma detenidas aca en una tristeza de agua tibia, con las manos frias… Ahora vos estas solo y yo también, tal vez ayer estábamos igual de solos pero abrazados… Quizás compartíamos la soledad, pero no. Yo se que era mas que eso, que duras que son nuestras almas, y la verdad de todo esto es que te extraño tanto…
Viste que te come la tristeza cuando estas solo. Tengo ganas de fumar, pero sospecho que no ayuda en nada, tengo ganas de escribir pero da igual… de todas formas nadie me ve, nadie me lee, todos sordos… todos tontos y locos… yo también y vos incluido.
Me voy a somatizar en un sueño etílico, y mañana me voy a levantar triste nuevamente para seguir haciendo lo que debo, pero el café se quedara en su taza lugubre, y las agujas de tejer, y la música, todo seguirá llenándose de polvo, como nosotros.